jueves, 10 de noviembre de 2011

Cuando el sexo ya no es hacer el amor


 
Comprendemos, por tanto, que las primeras veces el amor sexual —el amor sexual— es implicación total con el otro ser, total.  A eso se le lla­ma amor sexual, total implicación; sin fantasías, simplemente implicación total. Eso es el amor sexual. Si eres un degenerado y estás fantaseando...; lo que quiero decir es que tú eres el que te conformas con menos. Co­nozco el caso perfectamente. Eso es el amor sexual: cuando deseas tanto a alguien que no puedes esperar a llevártelo a la cama contigo. Y cuando te metes en la cama con esa persona, tu mente se vuelve loca con ella por todas tus fantasías: esa persona ha estado en tus fantasías; ha ocupado tus pensamientos; ha ocupado tus emociones. Y por fin la metes en la cama y ella te mete a ti en la cama, y ya está, y es fabuloso, de modo que seguís haciéndolo, y seguís haciéndolo. ¿Qué ocurre el día en que tu mente em­pieza a deambular un poco? ¿Qué ocurre entonces? Ya no es amor sexual; es conveniencia. ¿Sí? ¿Cuántos estáis de acuerdo? Conveniencia.
¿Cuántos comprendéis hasta ahora? Lo que os estoy preguntando es: ¿cuántos comprendéis el amor sexual, y cuándo el amor sexual se va, cuándo el amor abandona la sexualidad y ésta se convierte en un hábito en el quesustituimos personas, lugares, cosas, tiempos y sucesos? Levan­tad la mano. ¿Puedo volver a ver esas manos levantadas? Sé que habéis dudado un poco en este caso, pero gracias por vuestra honestidad. Que Dios os bendiga.Que Dios os bendiga. ¿Sabéis por qué? Porque siempre deberíamos saber la intención que está detrás de nuestros actos, siempre. De acuerdo. Entonces, ¿cuántos habéis aprendido algo hasta ahora?
¿Y qué pasa cuando te casas con una persona porque estás enamora­do sexualmente de ella? ¿Cuántos de vosotros os habéis casado con una persona porque estabais enamorados sexualmente de ella? De acuerdo. Durante un tiempo, esa persona pudo satisfacer el primer contrato de ex­pectativas, pero no pudo satisfacer los contratos siguientes; ¿o sí?
De modo que ahora volvemos al misterio del efímero momento de amor en la sexualidad. Dejad de comer. Siempre coméis cuando os po­néis nerviosos. Parad; dejad la comida. Yo no soy un programa de televi­sión, y os estoy hablando. Que así sea. Bien.
Llegamos así al segundo sello. Dejadme que os diga algo. Esto puede resultar difícil de creer, pero, enrealidad, la gente fantasea con morir y con las enfermedades para conseguir que otras personas les presten toda su atención, y esa fantasía es tan fuerte como la fantasía sexual. Lo creáis o no —lo creáis o no, mujeres y hombres viriles—,lo creáis o no, esas per­sonas están un nivel por encima de vosotros, en el segundo sello. Sé que esto es duro, pero si tu amante se pone enfermo, deberías decirle: «Hay cariño, cariñito, cosita mía». Eso significa que tu amante —tu amante— está buscando una mayor realización, un orgasmo mayor. El mayor orgas­mo de los amantes es enfermedad en el segundo sello.
A todos os encanta el sexo, pero pensad en el poderoso flujo de adrena­lina que se produce cuando la persona que amas cuida de ti, y te mima y te atiende, o te gustaría que así fuera. Ése es un orgasmo mayor que el sexo.
Y este pequeño brindis es para todos los que ahora comprendéis —es­cuchad—, los que ahora comprendéis los problemas de salud, las enfer­medades psicosomáticas, la obesidad —¿cuál es la antítesis de la obesidad?—, la delgadez, la inanición. Se trata de cambios físicos, pero los cambios físicos sólo se deben a la actitud.
Vamos a brindar porque ahora comprendemos la razón por la que hemos enfermado; «hemos, nosotros», no sé por qué sigo diciendo «no­sotros», parezco un profesor de la escuela dominical; no soy un profesor de la escuela dominical, por favor. La razón por la que has enfermado, la razón por la que has tenido accidentes, la razón por la que ansias la aten­ción es porque es el siguiente orgasmo en la línea ascendente de los siete sellos, las siete escaleras, que llevan a probar el verdadero amor.
¿Cuántos de vosotros habéis tenido fantasías de ser atropellados por un coche, o de ahogaros,o de ser asesinados, o de sufrir una enfermedad catastrófica y morir para que la pareja con la que habéis compartido el coi­to se enamorase más profundamente de vosotros a costa de vuestra propia vida? ¿Cuántos las habéis tenido? Levantad la mano. Daos la vuelta. Mirad a los demás. Mirad a vuestros vecinos. Mirad alrededor. Vamos. Mirad al­rededor. Quiero que sepáis que no estáis solos. Mirad, mirad, mirad. Mi­rad alrededor. Por favor, hacedlo. No os sintáis solos en esto, porque si lo hacéis, pensaréis que es algo especial, y no lo es.
¿Cuántos de vosotros, a partir de aquellos días de fantasías, habéis desarrollado plenamente una enfermedad? Poneos de pie. Lo he pre­guntado porque vuestro futuro se está poniendo de pie. He preguntado a esas personas que, a partir de aquellas fantasías, ahora han desarro­llado plenamente una enfermedad. Echad una mirada a lo que la ne­cesidad de amor del segundo sello produce absolutamente en la vida humana. Miradles. Mirad, por favor. Esto no es un invento de la ima­ginación de nadie. Daos la vuelta. Miradles. Éstas son las personas que ahora quieren curaciones milagrosas. ¿Que esto aún no ha tocado vuestras vidas? Bien, sabéis que desde que me vaya hasta que me vol­váis a ver transcurrirá algún tiempo, y quizá os unáis a las filas de es­tas personas. De modo que quiero que miréis, como centinelas silen­ciosos de todos los demás estudiantes aquí presentes, y quiero que veáis lo que la necesidad de amor, insatisfecha en esta vida, ha creado para ellos.
¿Sabéis por qué ellos son así? Porque todos y cada uno de vosotros, por vosotros mismos, les habéis dicho que les amabais para conseguir di­nero de ellos, o para conseguir un techo que os cobije. Habéis hecho eso. Éstas son las personas que han pasado al siguiente nivel y han enferma­do. No todas ellas; algunos de los que están de pie sienten que esto les está llegando ahora. Pero aquí estoy hablando de enfermedad real.
Estas personas necesitan una extraordinaria cantidad de atención, una extraordinaria cantidad. Necesitan ser amadas por encima de las fa­náticas condiciones que han generado en su vida. ¿Es eso posible? Por­que, ¿veis?, si ellos han creado esto y han perdido a las personas más que­ridas de su vida, se han quedado estancadas en su fantasía —¿me estáis escuchando?—, ahora están buscando amor después de haber llevado su fantasía a la manifestación. No puedo extenderme demasiado en la expli­cación del impacto de esto. Seguid de pie.
Así pues, quiero plantearos una pregunta: todos vosotros, almas libres de enfermedades que seguís sentados, ¿cómo creéis que os llegó la muerte en vuestra última vida? Silencio. Ahora sois jóvenes, ¿de acuerdo?, estáis li­bres de enfermedades. ¿Habéis muerto alguna vez? Pero no os lo podéis imaginar ahora que tenéis tanta vitalidad y que los huesos no os duelen, que los músculos no os duelen. Quiero decir que os sentís muy vivarachos. Así se sentían todas estas personas. ¿Pensáis que vuestra carencia no os va a atrapar? Oh, sí que os va atrapar. ¿Sabéis cómo sé eso? Porque moristeis en vuestra última vida; y después nacisteis en esta. Si tienes fecha de naci­miento, sabemos que te has reencarnado. Que así sea.
Mírales. Éstas son las personas que usaron la fantasía para conseguir atención mediante el deterioro de su propia salud. ¿Y cuántos de vosotros habéis hecho eso? Levantad las manos. Sois los siguientes. Que así sea. Podéis sentaros.
Brindemos

Por el agua de vida,
la claridad de la verdad,
y comprender el amor.
Que así sea.

De modo que usaste el amor para conseguir tus recompensas sexua­les. Usaste el amor en el sexo; y cuando te hiciste un ser más espiritual, empezaste a preguntarte si lo único para lo que valías era el sexo. Todo el tiempo estabas poniendo esa carga sobre tu cuerpo, pero ¿por qué lo ha­cías? ¿Por qué estabas perdiendo peso? ¿Por qué estabas comiendo en ex­ceso? ¿Por qué? Porque ponías el énfasis en la gratificación sexual.







Extracto del libro Ese elixir llamado amor de Ramtha

Publicado por Despertando Conciencias Producciones el febrero 22, 2011 en 5:07 PM

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